Granada es la ciudad del ruido que ahoga sus latidos, de las cacas de perro que unos esquivan y otros se llevan a casa en la suela de los zapatos, y de las noches contaminadas de luz excesiva. Sin embargo paseándo por estos lugares se descubre su propia luz ... así pues mirando al suelo de vez encuando, deteneos y besad...

miércoles, 17 de septiembre de 2008

fuente del avellano




2 comentarios:

MiAHOU dijo...

Si fuera un niño jugaría. Jugaría a esperar pegado a la pared de roca, justo en le límite de la sombra, arrastraría los pies despacio para que no les diera ni un poco de sol. Esperar y jugar a dar un susto (¿un grito? ¿un beso?) a los que se acerquen por el camino.

Anónimo dijo...

pos siii¡¡